Los integrantes de una familia se llevaron la sorpresa de su vida cuando, después de creer que habían enterrado a la abuela de 85 años días atrás, ella regresó a casa. El insólito caso debido a una severa confusión tuvo lugar en la población de Jove, municipio perteneciente a Lugo, Galicia.
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Personal del asilo donde se encontraba la mujer avisó a la familia que Rogelia Blanco había muerte por complicaciones del COVID-19 el 13 de enero. Un cuerpo fue entregado y, por disposición sanitaria de las autoridades, se le hizo funeral sin asistentes, informó la agencia Reuters.
Sin embargo la familia Blanco quedó en shock el sábado siguiente cuando Rogelia llegó, como cualquier otro fin de semana, para que la cuidaran. Por supuesto, el más maravillado fue su esposo, Ramón Blanco.
“No podía creerlo. Yo estaba llorando por la muerte de mi mujer”, según declaró Ramón a un periódico local.
Voceros de la Fundación San Rosendo, institución a cargo del cuidado de la octagenaria, ofrecieron una más que necesaria explicación pública. Rogelia fue confundida con la mujer con la que compartía habitación. Y es que los residentes del asilo que dieron positivo por COVID-19 fueron trasladados a otra casa para así recibir la debida atención el 29 de diciembre de 2020. Fue entonces cuando se dio el malentendido.
“Un error de identificación durante el proceso de transferencia de Jove a Pereiro de Aguiar provocó que se certificara la muerte de una de ellas el 13 de enero, aunque la identidad fue asignada equivocadamente”, explicaron los representantes de la institución.
La fundación lamentó el “desafortunado accidente”, de acuerdo con medios locales. Y calificaron la situación como un “evento aislado de entre las más de 100 transferencias que han hecho desde el pasado diciembre”.
Ya la Corte fue informada del caso para revertir los efectos legales a consecuencia del error.
Con información de Reuters
Fuente: Televisa
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