Dos personas murieron este lunes por disparos de la Policía durante una protesta en la ciudad de Myitkyina, Myanmar, en una nueva jornada de movilizaciones contra la junta militar.
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Uno de los fallecidos recibió un disparo en la cabeza y el otro en el cuello después de que la Policía cargara contra los manifestantes, informó un testigo mientras la prensa local habla de más heridos.
La feroz represión contra las manifestantes que protestan por el golpe de Estado en Birmania del 1 de febrero ha causado más de 50 muertos, todos ellos asesinados por las fuerzas militares y policiales.
Al menos 10 personas, entre ellos miembros de la Liga Nacional para la Democracia (LND), líderes de las protestas y otros civiles, en ocho localidades diferentes en Rangún en una serie de redadas nocturnas.
Los medios locales también han informado este lunes que las fuerzas de seguridad han ocupado hospitales y universidades en un esfuerzo por controlar las manifestaciones y hacer cumplir la ley, en una jornada en la que está convocada una nueva huelga general en el país para protestar por el golpe de Estado.
Por su parte, en un comunicado emitido por el Ejército el lunes, ha detallado que durante la jornada del domingo ha detenido a 41 personas en el marco de las protestas.
También este lunes, el periódico controlado por los militares ‘Global New Light of Myanmar’ ha informado que la Comisión de Anticorrupción del país ha formado un equipo de investigación para investigar al exministro de Asuntos Religiosos y Cultura del Gobierno Derrocado, Thura Aung Ko, por “aceptar dinero y propiedades en relación con la concesión de títulos a particulares por parte del estado durante su mandato como ministro”.
En este mismo periódico se recoge un comunicado de la Policía en el que se detalla que las fuerzas del orden han mantenido los disturbios “de acuerdo a la ley” y que se están enfocando en “minimizar las lesiones durante el control de disturbios mediante “el uso de equipos antidisturbios, bombas de sonido y gases lacrimógenos”.
El comunicado también señala que la población debe tener cuidado de “no involucrarse en las protestas para evitar que el futuro de sus hijos se arruine, ya que los jóvenes en áreas menos violentas están siendo presionados e intimidados con varios métodos, incluidos rumores para estimular sus emociones y el apoyo económico desde la oposición constantemente”.
En otro comunicado del Ejército recogido por el diario, se señala que el Comité en Representación del Parlamento de la Unión (CRPH), firmado tras el golpe por los parlamentarios electos de la NLD en las elecciones de noviembre de 2020, y las instituciones formadas directa o indirectamente por él “enfrentarán acciones de conformidad con la ley”, ya que están cometiendo “alta traición”.
“Se insta a quienes no deseen trabajar con CRPH y sus instituciones a que se pongan en contacto con los funcionarios de la Administración en las regiones y estados interesados”, ya que aquellos que lo han hecho, “ahora viven en paz con sus familias”, relata el comunicado.
El régimen también ha negado la muerte de una adolescente a mano de las fuerzas de seguridad durante una de las masivas manifestaciones que ha vivido el país este fin de semana. Según el comunicado, la familia había enterrado el cuerpo, por lo que los militares lo han exhumado para concluir que, presuntamente, el plomo hallado en su cabeza por los disparos no coincide con la munición de las fuerzas de seguridad, recoge ‘The Irrawaddy’.
Con información de EFE y Europa Press
DMGS
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