El miembro conservador del Parlamento británico, David Amess, que murió tras ser apuñalado múltiples veces en el sureste de Inglaterra, en un acto que la policía trata como un “incidente terrorista” potencialmente vinculado con el “extremismo islamista”.
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“El apuñalamiento fatal en Leigh-on-Sea ha sido declarado como un incidente terrorista y la investigación está siendo dirigida por la unidad antiterrorista”, declaró la policía en un comunicado en la noche del viernes al sábado.
El ataque ocurrido durante un encuentro con electores en una iglesia metodista en la pequeña Leigh-on-Sea, a 60 km al este de Londres, conmocionó a un país todavía marcado por el asesinato en 2016 de la diputada laborista Jo Cox por parte de un simpatizante neonazi.
El parlamentario de 69 años, miembro del partido conservador de Boris Johnson y firme defensor del Brexit, fue apuñalado en numerosas ocasiones poco después de mediodía. Un hombre de 25 años fue detenido de inmediato en el lugar.
Medios británicos apuntaban que el hombre sería un británico de origen somalí.
“La investigación inicial ha revelado una posible motivación vinculada al extremismo islamista”, se limitó a apuntar la policía metropolitana en su comunicado.
El diputado sucumbió a las heridas en el mismo lugar a pesar de la rápida intervención de los equipos de emergencia, había indicado la policía del condado de Essex, que descartó buscar a otros sospechosos por el ataque.
“Nuestros corazones están llenos de conmoción y tristeza hoy por la muerte del diputado Davis Amess, que fue asesinado (…) después de casi 40 años de servicio” a sus electores “y a todo el Reino Unido”, afirmó el primer ministro Boris Johnson en declaraciones a las televisiones británicas.
Amess, descrito por sus compañeros como un católico ferviente, hombre de “gran corazón” y defensor de los animales, solía recorrer su circunscripción para acercarse a sus electores y el viernes se encontraba en una iglesia metodista de Leigh-on-Sea.
“Nadie podía pensar que algo así ocurriera por aquí. David Amess es un buen tipo. Le he conocido y he tenido trato con él en el pasado”, dijo a la AFP Ashley Curtis, de 49 años, cuya casa se encuentra a 200 metros de la iglesia, en una zona que estuvo toda la tarde sobrevolada por dos helicópteros y bloqueada con coches policiales y una ambulancia.
Homenajean a David Amess
Sus vecinos y electores le rindieron homenaje en la noche en una iglesia de Leigh-on-Sea a la que asistieron un centenar de personas. También se depositaron flores cerca de su permanencia parlamentaria.
“Murió haciendo lo que amaba: reunirse con sus electores. Era (un político) de la vieja escuela”, dijo el sacerdote Jeff Woolnough, que mostró un retrato del diputado durante la misa.
El presidente de la Cámara de los Comunes, Lindsay Hoyle, afirmó tras el suceso que la cámara debería “debatir y examinar la seguridad de los diputados y las medidas que deban adoptarse”.
“Atacar a nuestros representantes elegidos es un ataque a la propia democracia. No hay excusa ni justificación. Es lo más cobarde que puede haber”, fustigó Brendan Cox, viudo de Jo Cox, asesinada cuando tenía 41 años una semana antes del referéndum del Brexit que polarizó a la sociedad británica.
En una obra aparecida el año pasado, Amess evocaba la muerte de Cox y opinaba que el temor por la seguridad de los diputados iba a “echar a perder la tradición británica” que quiere que “la gente pueda reunirse con sus representantes”.
La ministra de Interior, Priti Patel, pidió “a todas las fuerzas de policía que revisen las disposiciones de seguridad para los diputados con efecto inmediato” y se reunió con representantes de los cuerpos de seguridad y con el presidente de la Cámara de los Comunes.
Incrementan agresiones contra políticos
Las cifras de la policía muestran un aumento de los actos de delincuencia contra los parlamentarios. En 2019, Scotland Yard evocó un incremento del 126% entre 2017 y 2018, y del 90% en los cuatro primeros meses de 2019.
Numerosos representantes políticos han explicado haber sido objeto de amenazas de muerte en el contexto de los ásperos e interminables debates sobre el Brexit.
El ataque contra Cox, firme defensora de la pertenencia británica a la Unión Europea y de los refugiados, fue el primer asesinato de un diputado desde Ian Gow, víctima del IRA en 1990.
En 2010, el diputado laborista Stephen Timms fue apuñalado por una mujer tras haber votado a favor de la intervención británica en la guerra de Irak.
Y diez años antes, el asistente del diputado liberaldemócrata Nigel Jones murió durante un ataque con sable en un encuentro con electores cuyo objetivo era el legislador.
Con información de EFE
HAVJ
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