Una de las operaciones estéticas por excelencia es la de implantes mamarios; sin embargo, esta puede provocar varias afectaciones en el cuerpo, razón por la cual en 2019 la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) la reconoció como una enfermedad.
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Los implantes mamarios fueron presentados por primera vez en la década de los años 60 y la institución de hacerlo fue la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica (ISAPS, por sus siglas en inglés), a partir de ese momento se dio un ‘boom’ por su uso, mismo que haría que en las siguientes dos décadas miles de mujeres se realizaran este proceso estético, pero los riesgos de hacérselo apenas estaban por salir a la luz. Hematomas, contracciones fibrosas capsulares y debilitamiento del sistema inmune fueron los primeros síntomas que alertaron a la comunidad médica, de acuerdo con el portal Las Estrellas.
Según señalan notas de medios internacionales, la primera mujer en colocarse implantes fue Timmie Jean Lindsey, en Houston, Texas, en el año de 1962, pero no fue hasta más de una década después (1976) que la FDA comenzó a regular esta práctica, aunque con ciertas limitaciones.
Para inicios de los años 80, los primeros síntomas -como los hematomas- solo eran parte de los diferentes padecimientos relacionados a los implantes mamarios y otros de mayor gravedad comenzaron a ser asociados, como el cáncer de mama, así lo señala el estudio “La controversia de los implantes de seno de silicona”, de la Universidad de Harvard.
En 1985 ocurrió uno de los momentos parteaguas en la historia de los implantes mamarios: por primera vez una mujer ganó una demanda por negligencia médica, por lo que la empresa que realizó lo implantes tuvo que pagar la reconstrucción de sus senos; sin embargo, para este momento la demandante ya presentaba un cuadro de artritis reumatoide, una consecuencia más de los riesgos relacionados a los implantes mamarios, a los cuales se sumaría la enfermedad de lupus.
Debido a los riesgos que conlleva la operación de implantes mamarios surgieron movimientos de alerta, como el de la periodista Connie Chung; además de investigaciones de reconocidos medios, como el de “Doctores, abogados y silicona: un reportaje especial”, publicado por The New York Times.
Pese a los diversos esfuerzos por dar a conocer las complicaciones que puede provocar esta operación estética, para el año 2010 los implantes mamarios eran la operación más famosa de Estados Unidos. Sin embargo, también en ese año dio inicio un movimiento abanderado por diferentes figuras del entretenimiento que decidieron explantarse los implantes de seno debido a complejidades médicas. Las actrices Michelle Renaud y Thali García son dos de las estrellas más reconocidas que se atrevieron a hacer esta acción recientemente.
La Enfermedad por Implantes Mamarios es un tema que ha ganado notoriedad en años recientes, aunque sus complicaciones llevan casi 60 años afectando a miles de mujeres, por lo que aquellas que tienen el valor de contar su historia añaden un esfuerzo para evitar que haya más casos alrededor del mundo.
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