Una cámara web que no estaba diseñada para la astronomía se ha convertido en el arma más poderosa de los científicos para revelar los secretos de una misteriosa nube que se forma cada año al sur de Marte. Tras un arduo estudio, los astrónomos por fin han conseguido entender el extraño fenómeno climatológico que ocurre en el planeta rojo.
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El orbitador Mars Express de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) lleva varias temporadas estudiando con ahínco un peculiar fenómeno: cuando llega la primavera al hemisferio sur de Marte, cerca del volcán Arsia Mons surge una nube de más de 20 kilómetros de altura.
La nube compuesta de hielo suele expandirse cientos de kilómetros antes de desaparecer. Por años, el fenómeno intrigó a los astrónomos tanto por sus causas, por entonces desconocidas, como por su extensión. En el 2020, la nube estacional alcanzó los mil 800 kilómetros de longitud y fue fotografiada desde el espacio.
Pero los astrónomos seguía sin comprender su naturaleza. Lo único que tenían claro es que no estaba vinculada con actividad volcánica.
Para vigilar más de cerca la nube, los científicos de la ESA confiaron en la Cámara de Monitoreo Visual, o VMC, incorporada en el orbitador Mars Express. Hay un detalle: la cámara tiene la resolución de una cámara web promedio del 2003. Cuando se lanzó el Mars Express en el 2003, se le instaló con el único propósito de vigilar que el módulo de aterrizaje Beagle 2 se hubiera separado correctamente del orbitador.
Casi 20 años después, la cámara ha sido reutilizada para vigilar de cerca la misteriosa nube que se forma cada primavera sobre el volcán Arsia Mons.
“Aunque tiene una resolución espacial baja, tiene un campo de visión amplio, esencial para ver el panorama general en diferentes momentos locales del día, y es maravillosa para rastrear la evolución de un fenómeno tanto durante un largo período de tiempo como en pequeños intervalos. Como resultado, pudimos estudiar toda la nube a lo largo de numerosos ciclos de vida “, declaró Jorge Hernández-Bernal, de la Universidad del País Vasco.
Gracias a esta cámara web, con un lente muy inferior al de un celular promedio de hoy en día, los científicos han podido determinar que la extraña nube se forma por la interacción del viento y las montañas y volcanes del sur de Marte.
El viento se ve obligado a subir tras chocar contra el volcán Arsia Mons. Tras ascender, la corriente se condensa en las grandes y más frías altitudes. Ese sería el mecanismo detrás de la formación de la nube, que los científicos llaman “orográfica”, pues se forma por la interacción de las corrientes con las montañas.
Este ciclo se repite a diario a lo largo de varios meses y los vientos que desencadenan la nube rebasan los 600 kilómetros por hora. Los científicos de la ESA admiten que estas observaciones no se hubieran podido hacer con las herramientas tradicionales.
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