El enorme éxito del director mexicano, por eso creemos que es justo y necesario hacer un recorrido a través de todas sus películas. Con esto, esperamos entablar un diálogo con el cine de uno de los directores mexicanos más exitosos de la historia para explorar, nuevamente, una filmografía llena de viejos recuerdos y presentes maravillas.
Sólo con tu pareja (1991)
La primera película de Alfonso Cuarón es una joya verdaderamente sorpresiva. Además de ser el debut de un enorme cineasta y del gran fotógrafo que lo ha acompañado toda su carrera, Emmanuel “El Chivo” Lubezki, Sólo con tu pareja es una obra original, llena de carácter y sinceramente encantadora. Protagonizada por un joven -y sorprendente- Daniel Giménez Cacho, la ópera prima de Cuarón cuenta la historia de Tomás Tomás, un soltero mujeriego que, por una venganza bastante pesada, cree que tiene SIDA. En la depresión consiguiente, Tomás Tomás pensará en suicidarse, cambiará sus costumbres y se enamorará perdidamente de su hermosa vecina, Clarisa.
Filmada con una pericia poco común, llena de hermosos encuadres a cargo de Lubezki y de la paleta de colores controlada en tonos verdes que marcó todas las primeras cintas de Cuarón, Sólo con tu pareja nos muestra todas las obsesiones posteriores del cineasta. Ahí están los aviones como símbolo de la Ciudad de México, ahí están los subtextos sexuales, las largas tomas y el cuidado especial de la cinematografía. Por todo esto, por su peso histórico y por la sencilla genialidad de su realización improbable, Sólo con tu pareja es una de las mejores comedias románticas jamás hechas en México.
A Little Princess (1995)
Esta película es simplemente desgarradora. Hecha con tremendo amor por Alfonso Cuarón con su gran compañero de fechorías, Emmanuel Lubezki, A Little Princess es un cuento de hadas que parece no envejecer. La adaptación de la novela de Frances Hodgson Burnett y de la clásica película de 1938 protagonizada por Shirley Temple, es un replanteamiento de la clásica historia de la niña rica que se convierte en trabajadora del internado que habitaba. Sin embargo, en esta versión, la fantasía es caprichosa y Cuarón nunca deja de resaltar el carácter quimérico de la trama: no se trata de un cuento realista sobre guerra y colonialismo, sino una fantasía en el marco de una visión idealizada de India y de Nueva York.
La cinta resulta profundamente conmovedora y marcó a toda una generación que creció mirándola, junto a The Secret Garden (1993), para perderse en el hermoso imaginario infantil de Hodgson Burnett. A Little Princess marca también el debut de Alfonso Cuarón en Hollywood, le consiguió su primera nominación al Oscar -de ocho en total- así como a Lubezki, y es una de los más grandes scores del genial compositor de Kenneth Branagh, Patrick Doyle. Una cinta que no envejece, que se siente siempre fresca y que maravilla en la química única de Liam Cunningham (Game of Thrones), Liesel Matthews y Eleanor Bron. Esta cinta, junto a Great Expectations y Harry Potter and the Prisoner of Azkaban, forma la trilogía de cuentos de hadas de Cuarón. Y, de todas las anteriores, ésta es, con su hermosura verde y amarilla, la más lograda.
Great Expectations (1998)
La película que más odian Alfonso Cuarón y Emmanuel Lubezki es una producción muy extraña. Al mismo tiempo fascinante y decepcionante, este cuento de hadas basado muy libremente en la novela por entregas de Dickens, sigue la historia de Finn (Pip en la novela, protagonizado aquí por Ethan Hawke) y el tortuoso camino que lo lleva a encontrar al amor de su vida en la fría y lejana Estella (Gwyneth Paltrow). Las espectaculares actuaciones de los actores principales (sobre todo Ethan Hawke haciendo eco al realismo romántico de Before Sunset) se complementan con las grandes presencias secundarias de Robert de Niro, Chris Cooper y una muy excéntrica Anne Bancroft.
Cuarón y Lubezki han renegado de esta película que casi destruye sus carreras. Al aceptar hacer un guión poco terminado, Cuarón tomó demasiados riesgos y acabó haciendo una locura retacada de colores verdes que no termina por hacer justicia a la complejidad de la novela de Dickens. El resultado fue un completo vacío creativo que, difícilmente, pudieron sortear estos dos creadores. Sin embargo y a pesar de ser opacada en taquilla por Titanic, esta cinta se volvió el ícono de una generación. Y no hay forma de verla sin pensar en ese genial soundtrack noventero encabezado por “Life in Mono”. Por eso, a pesar del odio de sus creadores, Great Expectations sigue manteniendo algunas cualidades mágicas e inolvidables… y siempre nos quedará ese paraíso perdido.
Y tu mamá también (2001)
Después del tremendo fiasco que fue Great Expectations, Cuarón y Lubezki tuvieron que regresar a sus raíces. Se propusieron, entonces, filmar la película que hubieran hecho si nunca hubieran ido a la escuela de cine. El verde imperante de Cuarón, el verde en el diseño de producción que marcó sus tres primeras cintas (en particular en A Little Princess y Great Expectations), desaparece aquí para dar lugar a una renovada naturalidad. Esta cinta está completamente grabada con cámara en mano y luz natural, no exagera con la paleta de colores, regresa a un naturalismo intenso que busca explorar, de paso, una forma distinta de voz en off como venganza por la voz en off que impusieron los productores de su anterior película.
El resultado es una cinta fresca, sexy, llena de humor y pinceladas de una realidad mexicana que entiende muy bien Cuarón: la realidad privilegiada y llena de contrastes de la clase media y alta de la Ciudad de México. Con sutiles comentarios sociales, reflexiones sexuales hechas con sensibilidad, humor y tristeza, Y tu mamá también es, junto a Roma, la cinta más personal del director mexicano. Además, esta película le dio, a Cuarón, una primera nominación al Oscar -de diez en total- y significó su verdadero regreso a un estilo personal. En ese sentido, sin Y tu mamá también, Cuarón jamás hubiera llegado a cultivar los éxitos que ahora tiene. Y nosotros nos hubiéramos perdido de otro enorme hito en la cinematografía nacional.
Harry Potter and the Prisoner of Azkaban (2004)
Una película extraña dentro de la filmografía de Cuarón por ser parte de una franquicia, por no estar fotografiada por Lubezki y por ser una fantasía infantil que cambia drásticamente el camino maduro que había llevado a Cuarón de Great Expectations hacia Y tu mamá también. De cualquier forma, Harry Potter and the Prisoner of Azkaban sigue siendo una de las más interesantes películas en la saga fílmica del joven mago. Mucho más madura que las otras entregas, mucho más oscura y mucho más trágica, esta cinta es una rareza en el mundo de Harry Potter… y sirvió, definitivamente, para forjar el tono del resto de la saga.
En realidad, Alfonso Cuarón no quería dirigir Harry Potter and the Prisoner of Azkaban y, si no fuera por el consejo de Guillermo del Toro, nunca lo hubiera hecho. Pero esta cinta parece servir como una piedra angular de su filmografía: sin ella, Cuarón no hubiera podido regresar con tanta facilidad a Hollywood; sin ella, Cuarón no se hubiera enfrentado a la humildad de hacer una cinta que corresponde más a los productores que a los directores; sin ella, Cuarón no hubiera recuperado su gusto por la dirección en grandes presupuestos. A pesar de que Daniel Radcliffe nunca fue un gran actor, la cinta tiene el protagonismo de enormes personalidades como Maggie Smith, Alan Rickman, Gary Oldman y el genial David Thewlis; a pesar de los efectos algo evidentes de J.K. Rowling, esta cinta se mueve con soltura por narrativas complejas y logra darnos un verdadero sentido de peligro alrededor de su protagonista. Por eso, esta película, a pesar de todo lo que podría volverla odiosa, es un logro improbable.
Children of Men (2006)
Por muchos considerada la mejor película de Cuarón, Children of Men es un pedazo de cinematografía verdaderamente impactante. Como una adaptación maravillosa de la gran novela de P.D. James, esta cinta trata los mismos temas de vida y muerte de la especie, de deseo individual, de la facilidad del fascismo y de la entrega tramposa en la esperanza. También, Cuarón mete sus propias obsesiones sobre migración, arte y trascendencia. Y, sí, a diferencia de muchas películas apocalípticas, esta cinta no habla de una limpieza moral de la humanidad (en un pensamiento totalmente religioso pero secularizado). Porque Children of Men es, más bien, una exploración intrigante sobre nuestra necesidad de trascender y el final de una vida como especie que, antes de su placer individual, sirve al llamado natural de la reproducción.
Filmada con una maestría poco antes vista, Cuarón logró aquí llevar la pericia de Lubezki a un nivel insospechado. Como nunca en sus películas, Cuarón inventó medios técnicos hasta entonces desconocidos para lograr algunos de los plano secuencia más increíbles de la historia del cine. El resultado es una película futurista que describe un contexto con hermosa sutileza (en el silencio de un kinder abandonado y la estridencia de una música desconocida, en el suicidio empaquetado y el arte de los poderosos) que logra atrapar un realismo intrigante. Filmada con un estilo ultrarrealista de guerrilla, Children of Men es la película más crudamente real de ciencia ficción en nuestro siglo. Y, de paso, una de las cintas más impactantes de esta era, tan nuestra, tan cínica, tan problemática.
Gravity (2013)
Gravity es una película que creó reacciones variadas: mientras algunos críticos la alabaron, otros consideraron que era una película superficial sin mucho sentido. Los más adeptos a la ciencia ficción dura se indignaron por sus imprecisiones físicas, mientras que otros se fijaban en los increíbles logros técnicos de la cinta. Al final, Gravity estrenó la era de victorias en los premios Oscar de directores mexicanos: después de la victoria de Cuarón, seguiría la de Iñárritu y Del Toro. Además, le dio su primero -de tres- premios Oscar por fotografía a Emmanuel “El Chivo” Lubezki. Como verdadero logro técnico, todos estos galardones no son superfluos, ni inmerecidos.
Escrita junto a su hijo, Jonás Cuarón, Gravity cuenta la historia de la doctora Ryan Stone, una científica que parte al espacio para reparar un telescopio. Ayudada por el experimentado astronauta Matt Kowalski, Stone debe intentar sobrevivir después de que una nube de basura espacial golpea su trasbordador. Así, Gravity es una película de acción dentro del complejísimo y desigual género de supervivencia. Y, al mismo tiempo, es mucho más que eso. Como reflexión sobre la trascendencia del hombre y su relación con la especie, Gravity es una continuación de Children of Men; un retrato de nuestras aspiraciones imposibles y de nuestras limitaciones físicas; un tratado sobre la fragilidad del hombre y sus necesidades infinitas de soñar.
Roma (2018)
La más reciente película de Cuarón es también su obra más lograda. Personal, cruda, hermosamente filmada y profundamente poética, Roma es una verdadera obra maestra. La cinta cuenta la historia real -o tan real como la recuerda Cuarón- de su infancia al lado de un padre abandonador, una madre abnegada y la circunstancias de una familia mexicana acomodada en los años setenta. La historia de Roma está contada a través del personaje de Cleo, la trabajadora doméstica que vive con esta familia en la Ciudad de México. Y es a través de ella que encontramos un viaje de dolores, injusticias, violencias apenas veladas y realidades crudas de la vida en esta urbe… Esa vida de entonces que tiene tantos reflejos en la vida de ahora.
La cinta fue escrita, dirigida, producida, editada y fotografiada por Cuarón: en ese sentido parece ser parte indisoluble del director. En ella encontramos la belleza despiadada del recuerdo: ese impulso del pasado que nos destroza y que no podemos evitar repetir, inconsistente, vivo y lejano, en nuestras mentes. Roma no disculpa a nadie y no culpa a nadie, solamente muestra, con una sensibilidad única, la vida atormentada de las trabajadoras domésticas en México, de las mujeres en México, de la vida injusta y vibrante en México. Un retrato de belleza única que queda como un hito memorable en la vida eterna de esta parte maldita de mundo que, a pesar de toda su fealdad, produce, en cada esquina, destellos únicos de hermosura.
Fuente: Televisa
Comments