Hoy en día, en el mercado existe una gran variedad de métodos anticonceptivos que permite una mejor planeación de la vida sexual y entre estos se encuentra el implante subdérmico, el cual puede llegar a tener efectos secundarios.
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El implante anticonceptivo o subdérmico (va debajo de la piel) es una pequeña varilla delgada y flexible, el cual libera una dosis baja y regular de una hormona derivada de la progesterona que evita la ovulación y hace más espeso el moco del cuello del útero, impidiendo el paso de los espermatozoides al interior de este.
Los implantes anticonceptivos o subdérmicos puede ser usado en mujeres sanas en cualquier etapa de su vida reproductiva; sin embargo, es posible que no pueda ser aplicado a mujeres con casos como:
- Existencia de alergia a alguno material del implante
- Coágulos de sangre graves, ataque cardíaco o accidente cerebrovascular
- Tumores en el hígado o enfermedad hepática
- Cáncer de mama
- Hemorragias genitales anormales sin diagnóstico
Por su parte, los efectos secundarios asociados a los implantes subdérmicos se encuentran:
- Sangrado o manchado entre los periodos menstruales
- Dolor de cabeza y mamario
- Mareo y náuseas
- Ausencia de la menstruación
- Dolor abdominal o de espalda
- Aumento del riesgo de presentar quistes ováricos no cancerosos
- Aumento de peso
- Infección en el área donde se insertó el implante
Los efectos secundarios desaparecen después de unos pocos meses, una vez que el cuerpo se acostumbra; sin embargo, si pasados unos meses aún no hay la comodidad deseada, es recomendable hablar con el doctor de cabecera para poder encontrar la solución e inclusive cambiar a otro método anticonceptivo.
Por su parte, la efectividad del implante subdérmico es del 99.5% desde las 24 horas posteriores a su aplicación y su efecto anticonceptivo es de 3 años.
Con información de IMSS, Planned Parenthood y Mayo Clinic
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